La miel es un completo alimento que producen las abejas a partir del néctar que extraen de las flores; es un líquido dorado, espeso, dulce, y delicioso que almacenan las abejas para alimentarse en invierno y para alimentar a sus crías. La miel es un producto con gran perdurabilidad que no caduca, esto es debido a que su concentración de agua es mínima produciendo el mismo efecto que las conservas en almíbar. Nuestros antepasados comenzaron a utilizarla como edulcorante en un principio, sin embargo a medida que se han ido descubriendo sus múltiples beneficios también ha ido adquiriendo nuevos usos entre los cuales se encuentra su utilización en la estética. Las mieles también son utilizadas como uno de los alimentos que aporta más beneficios a la piel, utilizándose desde tiempos milenarios 

Los beneficios de la miel la hacen un alimento especialmente bueno para niños y adultos porque es rica en vitamina B,.

Actualmente, se ha puesto de moda los tratamientos naturales para la belleza del cuerpo, los cuales realmente son un gran beneficio para nuestro bienestar y nos aportan los beneficios hidratantes y relajantes de las mieles. Entre sus componentes destacan los aminoácidos y las enzimas que colaboran en la regeneración celular y, aunque existen en el mercado una gran gama de productos cosméticos y mascarillas elaborados con miel, podemos también realizar nosotros mismos mascarillas y cremas con las que dotar a nuestra piel de los beneficios de este producto. Una estupenda mascarilla hidratante se elabora mezclando 2 cucharadas de miel, con una yema de huevo y unas gotas de aceite de almendras; la cual debe aplicarse con la piel limpia y debe dejarse actuando unos minutos antes de retirarla con agua tibia para que sus beneficios puedan actuar sobre la piel ayudando a recobrar su elasticidad.

 

Abeja recolectando polen para la fabricación de miel

Abeja recogiendo el néctar de las flores

La elaboración de esta saludable miel comienza en el organismo de las propias abejas, las cuales primero deshidratan el néctar para evitar que fermente, le añaden su saliva aportando los beneficios de las enzimas, propóleos, etc.  y luego lo amasan haciendo que se condense. Las abejas depositan la miel en forma de pequeñas gotas dentro de las celdillas del panal, las cuales al contacto con el aire caliente de la colmena pierden humedad haciendo que la miel adquiera las características y los beneficios que la identifican como un alimento de calidad. Posteriormente, una vez han llenado una celdilla la cierran con un tapón de cera también llamado "opérculo" para  almacenarla como alimento para la colonia. Durante este almacenaje la miel pierde hasta un 20 % de humedad, lo cual aporta otro nuevo beneficio a este alimento haciendo que se evite la creación de microbios y  así  sea apta para el consumo y se conserve durante mucho tiempo, característica fundamental de este alimento.

 El hecho de que el ser humano pueda aprovecharse de los beneficios de esta miel es porque las abejas producen siempre más miel de la que necesitan.

Las características de la miel varían según el lugar donde las abejas recolectan el néctar, lo cual no solo hace que se modifiquen los beneficios aportados por cada tipo de miel, sino también el aspecto, color, aroma y sabor. La miel recién extraída del panal presenta un aspecto viscoso, también puede ser fluido o total o parcialmente cristalizada, aunque con el tiempo incluso la más fluida tiende a cristalizarse de manera natural debido a que se trata de un producto concentrado y con gran cantidad de azucares, esto no afecta de ninguna manera sus características, es una señal de pureza y basta someterla al baño maría para recuperar su aspecto inicial. El color de las mieles varía desde el casi transparente hasta el castaño oscuro, característica que varía en función de las flores de las que recolectan el néctar las abejas; lo cual, a su vez también modifica la saturación mayor o menor de los componentes de la miel como es el caso de las mieles oscuras que como ya hemos dicho son más abundantes en vitamina B y C y en minerales, mientras que las mieles más claras son más ricas en vitamina A. Otra característica de la miel muy importante es su aroma, fundamental en la elección de una determinada miel, el aroma nos indica en la mayoría de los casos las flores de procedencia de las mieles y si se tratan de mieles suaves o de sabores intensos. Por último, el sabor es lo que más determina al consumidor en la elección de una clase de miel u otra; el sabor de las mieles es muy particular según el tipo de miel, la naturaleza de las plantas, el terreno, el clima y la estación del año.

En la zona del Bajo Aragón se producen excelentes mieles, principalmente miel de mil flores, miel de tomillo, miel de romero y en menor medida miel de azahar, todas ellas con las características de una calidad excepcional:

- La miel de mil flores al proceder de varias floraciones simultáneas no tiene unas características fijas presentando colores y sabores diferentes, aunque generalmente es oscura y su sabor es intenso. Normalmente esta miel, que cristaliza con facilidad, es la más común en el mercado; estas mieles son las que procediendo del néctar de al menos dos especies de flores no predomina ninguna especie de polen concreta sobre el resto, aunque sí que aparece el polen característico de la flora de la comarca; es por ello que la miel de mil flores del Bajo Aragón se elabora predominantemente con plantas como el romero, tomillo y otras plantas de matorral existentes en la zona por lo que se trata de una miel especialmente aromática y de un exquisito sabor.

La miel de romero tiene como características fundamentales un bonito color ámbar transparente y que es muy sabrosa. La miel de romero del Bajo Aragón es una de las mieles más apreciadas y más características de la comunidad y posee un color amarillo claro semitransparente, con un aroma suave y un gusto delicado que la hace ideal como miel de mesa, además de contener los nutrientes que ya hemos mencionado el alto porcentaje de néctar de romero la convierte en una de las mejores mieles y más consumidas. y agradable

La miel de azahar posee un color ámbar claro y un suave sabor, pero su característica principal es su excelente aroma. La miel de azahar del Bajo Aragón cuando se encuentra recién recogida tiene un aspecto viscoso que con el paso del tiempo se vuelve compacto y adquiere un color más claro, sin embargo esto no afecta en medida alguna sus características sino que, contrariamente, cuando la miel se cristaliza viene a indicar una garantía de su pureza. Para que vuelva  a recuperar su textura original simplemente basta someterla al baño maría sin que la temperatura supere los 40º, así se consigue que no pierda ninguna de sus propiedades y beneficios. La miel de azahar del Bajo Aragón posee un sabor suave al paladar y un aroma floral característico siendo delicado, aunque también penetrante.

La miel cristaliza por un proceso natural de conservación

Las características de la miel varían en función de las distintas variedades que existen; de forma que, aunque todas las mieles son producidas por las abejas, se pueden recolectar mieles monoflorales o mieles multiflorales que dependen de la zona en la que se produce y de la floración de cada momento.  El color varía bastante en función de las plantas y flores de las que las abejas recolectan el néctar para fabricar la miel, oscilando desde un ámbar claro a un castaño oscuro. Esta característica hace que cuanto más oscura sea la miel, más rica sea en minerales y vitaminas B y C; mientras que cuanto más clara sea, aportará más vitamina A.

El aroma de la miel también es una característica variable dependiendo de las plantas recolectadas por las abejas, la edad de éstas, la estación del año y la época de floración de las plantas, siendo las más olorosas las plantas de azahar y las labiadas. El sabor de la miel también se diferencia en función de las plantas con las que se elabora, siendo la más utilizada la miel de mil flores por su dulzura, la de romero que posee el sabor más profundo y la de tomillo por su ayuda en los resfriados tan comunes. Los aromas también indican los problemas que se producen durante el proceso de elaboración, de forma que si el aroma nos muestra una miel acaramelada, es porque se ha producido sobrecalentamiento; mientras que si el aroma tiene notas de alcohol, es que se producido por principio de fermentación. En general todas las mieles tienden a la cristalización, aunque la velocidad a la que cristalizan las mieles viene determinada por la concentración de glucosa, el descenso de la temperatura y el paso del tiempo.