El aceite de oliva comparte mercado con otros muchos aceites vegetales con los que no se debe confundir. Estos aceites como el de girasol, soja, maíz, semillas u orujo son comestibles y por lo tanto utilizables en la elaboración de alimentos, pero el aceite de oliva virgen destaca por su calidad excepcional que se reconoce por su color brillante, su textura y su exquisito sabor. La superioridad del aceite de oliva virgen extra, sobresaliente entre otros, viene avalada por sus propiedades nutritivas y por los beneficios que este "oro líquido" aporta a la salud, además se trata de un aceite con una gran estabilidad que permite su utilización en la cocina en repetidas ocasiones por encima de otros.
El aceite de orujo de oliva se obtiene a partir del orujo de las aceitunas que es la parte sólida que queda tras moler y prensar las aceitunas y está formada por restos de huesos, piel, pulpa, agua...etc. Este orujo se trata con disolventes para extraer el aceite que aún queda en la pasta; entonces, el aceite que se extrae se calienta para evaporar los disolventes, dando lugar a un aceite de orujo crudo que se deberá someter a un proceso de refinado con sosa, desodorantes y decolorantes; finalmente el proceso termina con la incorporación de una parte aceite de oliva virgen a este aceite de orujo en una proporción de un 20% aproximadamente y naciendo así el aceite de orujo de oliva.
El aceite de orujo de oliva es considerado de menor calidad que el resto de los aceites de oliva; sin embargo, a pesar de que sus nutrientes y beneficios no se pueden comparar al aceite de oliva virgen, comparte con los otros aceites de oliva algunas propiedades nutricionales que lo convierten en una fuente también saludable. El aceite de orujo de oliva está sometido a un proceso de refinamiento en su mayoría, lo cual reduce notablemente la concentración de los compuestos de ácido oleico y sobre todo de ácido linoleico, sin embargo esta reducción no implica la eliminación de los mismos, de ahí que conserve sus propiedades como coayudante en la reducción del colesterol y como cardio-protector, propiedades que también posee el aceite de oliva virgen.
El orujo de oliva es el residuo sólido que queda tras la extracción del aceite de oliva virgen
Hace unos años saltó a la prensa la noticia de que se inmovilizaba cautelarmente todos los cargamentos de aceite de orujo de oliva y se retiraban posteriormente del mercado español, siendo ésta una medida comunicada a todas las Comunidades Autónomas por el Ministerio de Sanidad y Consumo sin que previamente hubiese aparecido ninguna intoxicación en los ciudadanos. El motivo de esta alerta fue que durante la realización de unos análisis rutinarios del Ministerio de Agricultura se detectó la aparición de un compuesto tóxico llamado alfa-benzopireno en unas muestras de aceite de orujo de oliva; el alfa-benzopireno es un hidrocarburo aromático que puede producir cáncer en las personas que se exponen durante largo tiempo y en grandes cantidades. El motivo de la aparición del alfa-benzopireno se debió a la introducción de una nueva tecnología que pretendía evitar los problemas medioambientales que existían en la elaboración del aceite puesto que se producían residuos contaminantes.
La crisis que se produjo con la publicación de estos datos en la prensa, no solo afectó al aceite de orujo, sino también a los aceites de oliva y los aceites de oliva virgen, por lo que el Gobierno se vió forzado a lanzar un comunicado informando de los motivos exactos de la medida y de la inminente aprobación de una Orden Ministerial que establecía el limite máximo de este compuesto en el aceite de orujo de oliva. Unos meses más tarde se reabría el mercado del aceite de orujo de oliva con los niveles adecuados a la norma establecida, lo cual no produjo ninguna consecuencia en el mercado exterior, pues se volvió a reponer toda la venta de aceite de oliva español; sin embargo, en el mercado interior la consecuencia más notable fue la desviación de parte del mercado de aceite de orujo de oliva a los mercados de aceite de oliva virgen y de aceite de oliva virgen extra.
En 2007 nació una nueva técnica para extraer el aceite de orujo de oliva sin necesidad de disolventes, ni altas temperaturas que creasen el benzopireno causante de la crisis. Este nuevo aceite de orujo de oliva tenía como ventaja más importante que también poseía triterpenos en pequeñas cantidades, las cuales son sustancias que actúan contra las enfermedades cardiovasculares, aunque también se le han conocido otras propiedades del aceite de oliva, ya que de hecho es un aceite que proviene de este fruto, aunque las dosis en las que se encuentra estos nutrientes beneficiosos son menores.
La crisis del aceite de orujo de oliva comenzó con su retirada de las tiendas
Actualmente, el sector del aceite de orujo de oliva aún no ha remontado la crisis producida con el benzopireno, de hecho muchos supermercados han dejado de ofrecer este aceite en sus lineales debido a la escasa venta del mismo. Desde entonces, los profesionales han realizado grandes esfuerzos para tratar de recuperar la normalidad en las ventas, aunque según las evaluaciones que se han realizado desde entonces en el consumo de 2005-2006 solo se había recuperado un 40% y en años posteriores seguía sin alcanzarse ni la mitad de las ventas. El sector ha intentado explicar que el aceite de orujo español es el segundo mejor del mundo después de los aceites de oliva comunes, los aceites de oliva virgen y los aceites de oliva virgen extra, pero ello no ha conseguido frenar la bajada de los precios del aceite de orujo de oliva hasta colocarlo por debajo de los precios del aceite de girasol, sin embargo la ausencia de un aumento en las ventas evidencia que el consumidor se ha acostumbrado ya a un tipo de aceite y que costará mucho que vuelvan a decantarse por este tipo de aceite de oliva.
El aceite de orujo de oliva se obtiene del orujo de las olivas mediante procedimientos químicos los cuales dan como resultado el aprovechamiento del aceite contenido en la pasta de orujo dejando a su vez un residuo sólido que se convierte en un problema para las almazaras, ya que supone un porcentaje de casi un 75% de residuo de las olivas. Actualmente se ha investigado una fórmula para eliminar los taninos que contiene esta sustancia y de esta forma poder utilizarla como alimento de pequeños rumiantes resolviendo así el problema de acumulación en las almazaras y ofreciendo una alternativa a las técnicas de alimentación de ganaderías ovinas o caprinas. Esta es otra de las alternativas que el sector del aceite de orujo de oliva está estudiando para hacer frente a las pérdidas económicas que arrastran desde el comienzo de la crisis del benzopireno hace casi una década.